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sábado, 21 de enero de 2017

Escapando de Galicia desde 1492

Que el descubridor europeo no vikingo de lo que sería el continente americano fuese gallego no dice nada bueno de Galicia. Dice que los gallegos hemos huído desde que España es reino en lugar de mejorar nuestra nación...

jueves, 5 de enero de 2017

Humanos vs máquinas




La tecnología puede ser una herramienta muy eficaz para mejorar la calidad de vida de las personas de una sociedad. Pero si esta no amolda su economía y sus políticas a los avances tecnológicos, el resutado puede llegar a ser desastroso, pues las posibles habilidades de los seres humanos (no posibles hibridos con la tecnología, que ese es otro cuento), están destinados a ser superados por la tecnología en todos los aspectos. 

De aquí a 2040, (más allá de esta fecha los pronósticos los considero para mis novelas de ciencia ficción), muy probablemente, las sociedades humanas vivirán cambios nunca antes experimentados. Nos enfrentaremos a la gestión de la inutilidad humana a nivel global. Por muy rimbombante que esto suene, me refiero en realidad a un factor con el que ciertos países ya se están encontrando: la imposibilidad de que sus ciudadanos encuentren trabajo o al menos, trabajo útil, ya que no habrá posibilidad de generar necesidades que requieran esfuerzo humano, ni físico ni intelectual como para copar la ocupación de un porcentaje medianamente elevado de personal en lo que ahora denominamos en edad de trabajar.

Actualmente, en España existe un 19 % de paro (https://www.lavanguardia.com/economia/20161027/411350030465/epa-octubre-paro-empleo.html; datos de la EPA, 2016), que en realidad podría ser equiparable o incluso mayor a un 27 % de paro de facto, tal como teníamos en 2013 (https://elpais.com/economia/2016/04/28/actualidad/1461866236_955613.html). Porque si bien es cierto que en España, la exportación ha aumentado, esto se debió al aumento de la precariedad laboral y al abaratamiento circunstancial (aunque probablemente buscado) del petróleo, y si bien el turismo ha crecido, no tanto por méritos del gobierno o de las empresas sino por el incremento circunstancial de la inseguridad en otros destinos turísticos (https://diario16.com/el-turismo-en-espana-prestado-o-real/), esto no ha sido suficiente como para explicar esa bajada del paro, y tampoco se ha disparado el potencial de ofertas de trabajo en sectores de elevada remuneración asociados siempre a las altas tecnologías y al I+D. 


El conductor humano: (lo cual engloba taxistas, conductores de camiones, trailers etc, pilotos de vuelos comerciales de carga y/o pasajeros, y tripulantes de barcos)  el primero en peligro de extinción a nivel planetario Fuente: http://www.taringa.net/post/autos-motos/18648042/El-camion-con-piloto-automatico-ya-es-realidad.html

Al margen de que la desesperación hace que los parados de larga duración ya sin derecho a prestación dejen de fichar, ese paro fue reducido también al modo español, es decir, por emigración de españoles en edad de trabajar para conseguir trabajo en el extranjero y cambiando las condiciones del trabajador a peor, para que el trabajo que antes hacía una persona, ahora lo hagan más de uno, por el mismo precio, (https://elpais.com/politica/2015/12/04/actualidad/1449220349_507822.html; https://www.laverdad.es/murcia/201612/30/sindicatos-defienden-toca-subir-20161230093803.html) y de este modo muchos votantes serán engañados y considerarán que el gobierno ha hecho un buen trabajo aumentando, con sus políticas, el número de trabajadores. Muchas personas no ven la trampa y otras muchas utilizan expresiones como la de: "peor es nada" o “ni tan mal” para intentar mantener la despreocupación y evitar o criticar las posibles protestas que se produzcan, sin tener en cuenta que ese rumbo es precisamente el que nos lleva poco a poco a la nada en cuanto a los derechos de los ciudadanos se refiere. Y hago hincapié en que no hablo de derechos de los trabajadores sino de todos los ciudadanos por algo que se entenderá a medida que se avance en el texto.

Nuestro actual y real más de 20 % deparo se debe a una distribución desigual del paro en Europa causado por la retirada de las empresas españolas con el único objetivo de potenciar las empresas de otras partes de Europa, como es el caso de la industria naval gallega, por no impulsar el desarrollo del país en beneficio del I+D español. Y esto es una decisión política totalmente intencionada y no ocultada a nadie, al mismo tiempo elegida por los distintos gobiernos que han obtenido el respaldo de la mayoría de personas que votan y votaron en España. Pero el caso es que al margen de esto y al margen de las corrupciones conocidas y de las corrupciones aún desconocidas, en definitiva, y tomándolo en términos globales, podría decirse que el porcentaje de paro europeo no se debe tanto a malas políticas respecto al trabajo, que las hubo, por descontado, sino a un hecho innegable al que la mayoría hacía oídos sordos porque consideraban que se les estaba hablando de ciencia ficción y fantasias;  la rebelión de las máquinas. Pese a todas las absurdas políticas puestas a punto en contra de la dignidad del trabajador en los distintos países, todo apunta a que el incremento del paro, sucede y que en realidad es un problema global que si algún país no lo padece es porque han conseguido acumular y contener la problemática de forma artificial en otros países.

Al margen de Skynet, uno de los peligros más inmediatos con los que las distintas sociedades humanas ya nos estamos enfrentando a nivel global es a la sustitución del trabajo poco cualificado por la automatización, y del trabajo mental por el IA. A medio plazo y antes de lo imaginado, la extinción del trabajo humano llegará a un nivel insostenible desde el punto de vista de mantener la vida de las personas en base a su producción (https://www.eleconomista.es/economia/noticias/7166207/11/15/La-robotizacion-masiva-de-empleos-sera-imparable-y-llegara-a-todos-los-sectores.html).

Imaginemos que las autopistas no fueron otro gran negocio de socios mafiosos que se encaminaba al robo del futuro de todos los españoles y que por ellas pasan coches. Imaginemos que ningún tren de alta velocidad español del futuro resulte en una ruina y todos vayan a tener pasajeros. Bueno, pues ya hay trenes que frenan y aceleran solos, es más, ya hay vehículos absolutamente autónomos cuya fiabilidad es muy superior a la media de conductores españoles durante las fiestas de Navidad. Y también hay peajes automáticos, que en Francia, desde hace una década son mayoría, y los humanos cobradores, una excepción. Y estamos hablando de 2017.
Pues lo mismo se podrá decir en unos años de las grandes superficies, y ya no hablemos de las gasolineras, en dónde la responsabilidad de incendiarse uno mismo ya recae en el cliente.

 




Pese a los deseos de Rajoy, las máquinas hacen máquinas. Fuente: http://ferrepro.mx/wp-content/uploads/2015/09/Audi-producci%C3%B3n-en-Ingoldstat.jpg
Hay quien afirma que como ocurrió en la revolución industrial esto producirá al mismo tiempo, nuevas necesidades y por lo tanto nuevas ofertas de trabajo que no puedan ser reemplazadas por una máquina: "Bueno, alguien tendrá que fabricar y mantener, programar y regular la fabricación, el mantenimiento y la programación de esas máquinas autónomas. Así que se crearán otras necesidades y por lo tanto otro tipo de empleos".

Dejando de lado los malos chistes de algunos lúcidos (https://www.youtube.com/watch?v=eWTFcZPS_Gs; Rajoy y las máquinas), yo le respondería que sí, que hay un trabajador que tiene trabajo construyendo máquinas de peaje por cada no sé, digamos, ¿veinte trabajadores que antes te daban permiso para pasar previo pago, con o sin sonrisa incorporada en el trueque? Y esto solo es una aproximación de lo que ya ha sucedido con los peajes. Sí es cierto que esto puede tardar más de lo previsto, esto es lo más difícil de analizar. Ya tuvimos muchos ejemplos de cómo muchos gobiernos, para mantener cifras estadísticas de paro que consideraban dignas de ser mencionadas en los distintos mitines, mantenían el pago a trabajos que no daban fruto alguno: véase el caso del carbón en España. 

¿Qué quiere decir esto? Que no hay trabajo para todos los humanos existentes en una sociedad que denominamos a día de hoy, civilizada. Y ya no digamos para los humanos que se producen en ella cada año. Por muy envejecida que se haga, la población de humanos en el planeta sigue incrementándose. Y sin trabajo, obviamente toda esa retaíla que se usa como propaganda electoral, hasta 4 años antes de las siguientes elecciones, de que el trabajo mantiene el sistema, se va al retrete. Y esto nos lleva a una única salida; que el sistema debería cambiar si queremos que exista algo que se pueda llamar civilización.

Dejemos claro que el trabajo no mantiene ningún sistema social de los propios trabajadores si el trabajo realizado solo da para los mismos alimentos que daba la esclavitud menos agónica de toda la historia de la humanidad que se os ocurra. Porque un estado debe tratar de proporcionar la mayor felicidad a sus ciudadanos, y aunque actualmente el trabajo pueda proporcionar vida a muchos de ellos, con las ideas del siglo XX, no la proporcionará a casi nadie de las sociedades que llamamos civilizadas de aquí a unas décadas, ni vida, ni felicidad, por descontado...

Muchos europeos podrían pensar, porque políticamente combiene a los partidos de su propio país, que si en España hay un 19 % de paro con truco o un 30 % de paro real es debido a la vagancia de sus ciudadanos. Obviamente, esto es una tomadura de pelo de muy mal gusto a los ciudadanos españoles, y el hecho irrefutable es  que en la Unión Europea no existe trabajo para el 8,5 % de la población con edad para trabajar.  https://europa.eu/european-union/documents-publications/statistics_es. Y esta desempleabilidad no parará de crecer si no es por un terrible evento global de mortalidad acuciante y natalidad e inmigración paupérrimas, o por una sublevación contra el uso de la maquinaria y la computación que traería consigo otro tipo de trágicas consecuencias.

Así que sea como sea, ese paro al final se debe a que somos cada vez más inútiles frente a los servicios que proporciona una máquina y su bajo coste, así como por eventos asociados a la tecnología que suelen arrasar con los negocios intermediarios o con la extracción manual de recursos.

Cuando estuvieron en peligro las subvenciones al falso negocio del carbón en España, las sublevaciones fueron las más parecidas a las de la deslocalización de empresas de los astilleros en Andalucía o Galicia de los 80. Imagínense entonces que ocurrirá cuando los despidos de las empresas se contabilicen por “cuentagotas” de decenas de miles en un país como España.


Lejos de proporcionar ideas, soluciones, o de reflejar el problema, cada vez más inmediato, los gobiernos del mundo refugian sus programas y promesas electorales en sus políticas, sostenibles o no, de sus presupuestos, en sus estadísticas, fraudulentas o no, del paro de este último semestre en comparación con el anterior o en retomar tecnologías arcaicas o negocios especulativos arcaicos como idea novedosa de un crecimiento futuro (véase la neoespeculación inmobiliaria o el neofraking), "solo si nos dais de nuevo mayoría absoluta en la siguiente legislatura, que de momento parece que va a ser que no, aunque ya seamos gobierno ahora mismo...", mientras legalizan criterios en el mercado laboral que solo hace cinco años eran considerados próxmos a régimenes de semiesclavitud, vendiendo la moto de que: "estate callado que al menos teneis pan para hoy..." y mientras, los poderes elegidos por la mayoría de votantes, sabiendo lo que se avecina, se preparan para el tsunami, robando sin censura ni mesura en la primera estafa que se les venga a la cabeza, alegando al mismo tiempo que "nomeacuerdonomeconsta" o “es el mercado, amigo” si se da la casualidad de que les cogen con las manos en la masa, como al exministro de economía de la “España va bien” del PP y exdirector del Fondo Mundial Internacional,  Rodrígo Rato.

Pues, sí, como con el cambio climático, el tsunami se acerca, es tan real, que ya lo estamos apreciando en el día a día y del mismo modo es negado o absolutamente desatendido por todos los gobiernos, al menos desde la perspectiva del interés de la población actuando como si tal cosa no existiese y como si los problemas con los que sin duda nos vamos a topar fuesen un espejismo de algunos pesimistas o en todo caso, como si no les tocara a ellos tomar medidas para intentar solucionarlo. Porque si la ciudadanía viese el tsunami, y percibiese que no va a ser solo un problema para sus hijos sino también para ellos mismos podrían sublevarse pidiendo respuesta por parte de las autoridades. Porque estas están ahí para algo, no para asegurarse de que se programen telediarios en dónde se nos informe cómo Josefa prepara una boloñesa diferente a como la prepara Vicente el día de Navidad de modo que ahorra más y le sale más rica para celebrar que sus hijos vuelven a verla en vuelo directo desde Berlín. Esto no es coña, lo pudimos ver todos en un programa de la tarde en este año (2016) en TVE1. Sí, en TVE1 y no es una casualidad, por supuesto.

De momento estamos contemplando cómo los partidos que gobiernan comienzan a fabricar muros de contención contra supuesto personal competitivo del exterior (que no lo es, pr cierto) de sus respectivos países para intentar bajar la tasa de paro y que las cifras sean satisfactorias para sus votantes.

Pero la amenaza no son personas de otros países, si de conservar trabajo se trata. La amenaza, una vez más, son las máqinas. Contradictoriamente, las máquinas y la automatización, sin embargo, está para mejorar la vida de las personas y quizá o muy seguramente, el destino de este asunto será la abolición del trabajo pagado para beneficio, no para perjuicio, de los seres humanos. Pero esto no ocurrirá hasta que los poderes que lo impiden sean conscientes de ello.  
La vida de las personas en el futuro no va a depender en absoluto de las políticas que los gobiernos tomen respecto a fomentar el trabajo sino de de las políticas que los gobiernos tomen respecto a como lidiar con su ausencia perpétua. Y eso es algo que nadie hace ni quiere tratar de hacer mientras debería estar tratándose globalmente en todos los países desde hace años para que no venga la desgracia.  

Ahora, como aquí https://www.elblogsalmon.com/economia/hacia-el-fin-del-trabajo se explica, cada vez hay mayor número de personas conscientes de esta revolución. Y yo ya la llamaría, la revolución de la desempleabilidad. ¿Será buena para nosotros? Eso depende de nosotros. Y es este punto en dónde el optimismo se hace más difícil...

Pero como ya indiqué, las posibles problemáticas de las que nos avisa la ciencia y la tecnología no se limitan a las consecuencias de la convivencia del ser humano con las máquinas. Nosotros, porque reitero; no es una problemática que le vaya a tocar a las siguientes generaciones solamente, tendremos que convivir con las consecuencias de nuestros residuos más peligrosos para nuestra supervivencia en el futuro, y no son los plásticos. Estoy hablando del pimero de los eventos históricos de los que indiqué que están repercutiendo y van a repercutir de forma más notable a la sociedad humana: El de las repercusiones de la crisis energética actual respecto a dos factores muy relevantes: los residuos radioactivos y los residuos de efecto invernadero. Comencemos con el primero de ellos: