Vistas de página en total

sábado, 13 de diciembre de 2014

Ignorancia ambiciosa amoral en el poder: Futuro absolutamente incierto

En manos de las personas más ignorantes, más ávidas de poder y riqueza y más despiadadas que nuestra sociedad produce: políticos en el poder, economistas en el poder y religiosos en el poder, el destino de la humanidad es incierto. Siempre tenemos que tener en mente que puede que nunca logremos escapar a otras estrellas y que esto ya se determine en las próximas 2 décadas. Solo siendo realistas, tendremos la conciencia y la consciencia para poder aportarnos a nosotros mismos la mayor de las probabilidades para evitar lo peor. Es por ello que el optimismo me preocupa sobremanera. Es más fácil sacar a un pesimista de su ciclo que a un optimista, pues el pesimista usa la razón y un optimista, la desinformación.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Ciencia 1, ciencia ficción 0

Voy a poner un texto del libro que escribí, dado que no se ha publicado. En el texto con el link escrito en 1998 aparece algo que está muy relacionado con el propio link al cual enlaza y que confirma que la ciencia ya ha superado con mucho a las ideas de ciencia ficción. Lo cual es algo esperanzador para la humanidad por una parte y algo peligroso en cuanto al IA al menos...

El Límite, páginas 27-35




Había sido difícil sincronizar el tiempo y el espacio pero finalmente se había conseguido. Era posible viajar a otro tiempo de un espacio en concreto, con un margen de error mínimo y en el peor de los casos, imperceptible. En realidad, eso era lo que más me preocupaba. Si había un desfase demasiado amplio, podría aparecer a unos metros por encima del suelo o debajo de él, lo cual tendría la desastrosa consecuencia esperable para mi salud. Para ello era obvio que se requería del conocimiento sobre la posición de la Tierra en el espacio, la geografía y el terreno de destino en el momento de destino. Sin embargo, aún existía otro problema teórico que seguía siendo una incógnita, el mayor de los enigmas. Las paradojas. Se habían escrito miles de historias acerca de ellas y desde siempre habían sido una de las razones más importantes que llevaron a la mayoría de los científicos a convencerse de la imposibilidad de los viajes temporales. Se llegó a pensar incluso que los continuos intentos fallidos de los primeros viajes al pasado se debían precisamente a ellas.

-Ese era un campo nuevo de investigación y todavía no conocíamos las leyes que lo regían. Aunque se había probado el experimento temporal con fotones e incluso con objetos, desconocíamos las repercusiones de cambiar el pasado. De enviar un ser humano, me refiero.
-¿Y esas pruebas tuvieron éxito alguna vez?
-Claro, algunas tuvieron éxito.
-No eran pruebas repetibles, entonces.
-Bueno. Puede resultar extraño, pero aquellos primeros experimentos solo funcionaban únicamente cuando el resultado se obtenía en el momento en que habían sido realizados y no antes. Es decir, solo había constancia de que había sucedido el viaje temporal si no habían testigos directos que lo hubieran presenciado. El registro de una máquina era la única prueba válida que se tenía, y se averiguaba a posteriori. Aunque, hay una historia curiosa al respecto.
-Adelante. Explíquenos.
-Sucedió en nuestro laboratorio, unos años antes de que me incorporara al equipo. Por supuesto no está demostrado, pero se dice que en una ocasión, un técnico que trabajaba en el primer transformador dimensional encontró de improviso una taza sobre el receptor temporal  que evidentemente no debía estar ahí. Supuso que podría ser peligroso así que la retiró y la dejó sobre una mesa. Al día siguiente uno de los estudiantes la vio y la cogió para usarla en una prueba de transporte al pasado. Y sorprendentemente lo consiguió. La hizo desaparecer, sin que quedara rastro alguno de ella.
-¿Desapareció?
-Bueno, en realidad la taza no había desaparecido, seguía en el sitio pero del día anterior, y sería la que el técnico encontraría luego o antes, ya me entiende. Así que sin saberlo, ambos habían creado un bucle temporal para la taza. Y nunca la pudieron recuperar.
-¿Nunca la recuperaron?
-No. Evidentemente no la encontraron jamás porque se había quedado encerrada en el tiempo. La llamaron prueba 87 por el número de intentos realizados previamente, antes de aquel aparente éxito. Pero después de ese no hubo ningún otro resultado concluyente. Todos los objetos enviados al pasado se desintegraban misteriosamente.
-Quiere decir que explotaban.
-Más bien podría decirse que estallaban. Al fin y al cabo todo parecía seguir una secuencia temporal lógica. Cuando se fijaban en si aparecía o no un objeto de la nada y eso no sucedía, debía ser porque de alguna forma, al realizarse el experimento ocurría algún problema o algo que impedía que funcionara.
-Es extraño. Y sin embargo, dice que el experimento solo tenía éxito cuando nadie lo controlaba.
-Bueno, en cierto modo, también eso es muy coherente.
-¿Por qué lo dice?
-Verá, es muy sencillo. Imagínese que se sigue meticulosamente una de esas pruebas y se consigue enviar cualquier objeto unos minutos al pasado, este aparecería de la nada en ese tiempo, unos minutos antes de enviarlo, ¿no cree?
-Supongo. Claro.
-Pues bien, esa aparición supondría que por obligación alguien debería recoger ese mismo objeto y enviarlo al pasado, tras el mismo tiempo del intervalo del viaje temporal. El sujeto responsable debe hacer algo por destino propio, lo cual es incompatible con la teoría temporal. Y se crearía entonces una situación de paradoja probable. Bien es cierto, sin embargo, que la prueba 87 resultó una clara excepción a la regla aunque también es verdad que nadie pudo explicarla. Y precisamente por esa misma razón, muchos no la creyeron.
-Espere un segundo. Aclárenos lo de paradoja probable.
-Bueno, me refiero a que se abriría la posibilidad de que por cualquier razón pueda no suceder el viaje tras haber sucedido ya. Eso supondría una paradoja, y una paradoja es imposible por definición. Por lo tanto, la posibilidad de ese hecho no podría existir. Como consecuencia, controlando el experimento, el viaje temporal no ocurría.  
-O sea, más o menos viene a decir que lo imposible no puede tener ninguna probabilidad de que ocurra. 
-Sí, Así es. Y eso se traduce en que la única alternativa de que fuera factible un viaje al pasado sería de forma que no hubiese ningún testigo presencial del evento hasta que ya hubiera sucedido. Esa era nuestra conclusión, al menos en un principio. Lo cual al mismo tiempo recalcaba que el destino no podía existir y por lo tanto que el futuro no estaría predeterminado. Y en cierta manera, se corroboraba también la idea de que el tiempo podría modificarse. Pues según la teoría temporal, nada puede estar predeterminado a suceder.
-Espere un segundo. Lo siento pero no consigo comprenderlo del todo bien. En realidad está diciendo que los viajes temporales solo pueden suceder si el transcurso de los acontecimientos pasados no se ve alterado con el viaje. ¿Cómo diablos pretendían entonces cambiar la historia?
-Se equivoca. No he dicho eso exactamente.
-¿Qué quiere decir entonces?
-Quiero decir que los acontecimientos pasados pueden alterarse siempre que dichos cambios queden desapercibidos. Esa es la única condición para que algo así ocurra, esas eran al menos nuestras conclusiones teóricas. Piense que ningún acontecimiento puede ser motivo de sospecha de un cambio de rumbo en la historia cuando en verdad dicho rumbo es una auténtica incógnita.
-Pero no es una incógnita cuando ya ha pasado. Así que según usted, de todas maneras, el transcurso de la historia no se podría cambiar. ¿O acaso insinúa que tras el cambio temporal toda la historia posterior a partir de ese momento en realidad todavía no ha sucedido?
-Bueno, ¿qué creía que era un cambio en la historia sino precisamente eso?
-Se está contradiciendo, John.
-No, no es cierto.
-Veamos, algo que sucede pero no sucede no puede ser, como bien ha indicado antes. Tiene que admitir que es totalmente paradójico.
-Nosotros mismos supusimos eso. Pero nuestro planteamiento era equivocando, no en el fondo, sino solamente en la forma. En el punto de vista del problema. Todas nuestras conjeturas se basaban en la idea de que existía una línea temporal estable e imperecedera, y ahí estaba el error. Entonces nuestro trabajo comenzó a tomar otro rumbo, basándonos en otra hipótesis. Concluimos finalmente que no debía existir un solo transcurso de los acontecimientos. Que podían haber más. La física teórica ya admitía esa posibilidad desde hacía décadas. Así pues, la  generación de bucles sería debida a cambios en el tiempo en una misma secuencia temporal. Un cambio por un viaje al pasado haría que el futuro anterior, dejara de suceder. Pero también podría cambiarse la historia de otro modo.
-¿De otro modo?, ¿de qué modo?
-Generándose otra secuencia distinta. Otra línea temporal paralela o alternativa.
-¿Así que sugiere que ahora mismo está usted viviendo en otra línea temporal distinta de la que partió?
-Por supuesto. No es tan difícil de entender.
-Bien..., vaya, he de reconocer que es una teoría bastante elaborada, John. No muy original pero bastante elaborada, no puedo negarlo. Verá John, debe tener claro que esto no consiste en creer o no en lo que usted nos diga. Se trata de que demuestre lo que dice. Pero, prosiga, no discutiremos esto ahora, ¿qué ocurrió entonces tras los experimentos fallidos?
-Tras aquello, la investigación se centró únicamente en los viajes al futuro ya que el éxito de esos experimentos ascendía al noventa y siete por ciento.
Estamos hablando ya de cuando me incorporé al equipo. Debían probar directamente conmigo. Sabíamos perfectamente que lo que podía sucederme era una auténtica incógnita. Así como las posibles repercusiones en la historia que el viaje podría provocar. Y estas dos únicas razones fueron suficientes como para temer la prohibición de los experimentos por parte del gobierno tan pronto como se enterase. Además de ello, admitir el proyecto suponía declarar nuestro destino y resultaba imposible prever las repercusiones que ello podía causar. Podía resultar peligroso, y una crisis social era lo peor que podía ocurrir. Así pues, se llegó a la conclusión de que la situación debía estar plenamente bajo control en todo momento. Y por lo tanto, nuestras actividades debían quedar totalmente desapercibidas el mayor tiempo posible. Se decidió mantener entonces el descubrimiento totalmente en secreto para continuar con la misión. El éxito del proyecto dependía en parte de mantener una absoluta confidencialidad.
Les había costado bastante ocultar el proyecto a los ciudadanos y al resto de la comunidad científica. Aunque el gobierno se dio cuenta poco más tarde, lo habían logrado. Y espléndidamente. La noticia no se difundió.
-Pero sin embargo, acaba de decir que el gobierno se había enterado de lo que pretendíais llevar a cabo.
-Sí, aunque inesperadamente, en un principio decidió apoyar la empresa, y a partir de entonces, George Stiward fundó el Consejo, el cual, con la colaboración confidencial de las autoridades llevaría el proyecto a término.
-Un momento, ¿ha dicho usted, George Stiward? En el informe aparece solamente como Stiward. No me dirá ahora que se refiere al actual alcalde de Detroit, ¿no?
-Efectivamente. 
-Vaya, es..., sorprendente. Tal vez podríamos tomarle como testigo entonces.
-Dudo que eso sirva de nada, pues nadie es testigo del futuro excepto si provino de éste, y por lógica intuyo que George no ha viajado al pasado conmigo, pues de ser así no estaría ahora gobernando una ciudad, supongo.
-Ya veo, ya. Así pues, puedo suponer que no tiene ningún testigo.
-No, no hay más testigos aparte de mí.
-Bueno, me imagino al menos que los resultados de los primeros experimentos con viajes temporales sí fueron de dominio público.
-Sí, así es, todo el mundo había oído hablar de ellos antes de la guerra pero nadie les dio mucho crédito y tras la guerra, los viajes temporales siguieron considerándose una idea imposible de algunos cuantos locos ingenuos, y según la mayoría, nunca se podrían llevar a cabo.
-¿A qué locos se refiere?
-A Albert Einstein, Stephen Hawking, Richard Pool y William Clark, entre otros. Fueron ellos quienes nos dieron una nueva oportunidad.
-¿Einstein?
-Sí, desde luego. La relatividad especial de Einstein sentó las bases del movimiento temporal aunque ni él ni nadie en mucho tiempo lo habían sospechado.
-¿Cómo?, ¿Podría explicárnoslo para que lo entendamos?
-Bueno, esto será algo complicado, pero intentaré resumirlo de la forma más sencilla posible...
Verá, en términos generales, el universo escrito por la relatividad especial se basaba en que el espacio y el tiempo no eran parámetros constantes, que dependían de la perspectiva del observador. Esto se entendía y se explicaba por medio de una serie de ecuaciones en las que para su ajuste se requería de la existencia de una constante. ¿Me sigue?
-Sí, le sigo. ¿Qué constante?
-La denominada constante cosmológica. Un parámetro requerido para que las ecuaciones tuvieran sentido y que describía el Universo como algo estático en el que existía una velocidad máxima permitida, los 299.792 kilómetros por segundo, es decir, la velocidad de la luz en el vacío. Ese era el único factor que no dependía de ninguna condición de observación.
En definitiva, que la velocidad de la luz no varía respecto al observador. Quiero decir con ello, por ejemplo, que si se pudiera medir la velocidad de un haz de luz, el resultado sería exactamente el mismo independientemente de si el medidor fuera estático o si estuviera en movimiento, ¿entiende?
-Bueno… A decir verdad, he oído eso varias veces pero sigo sin comprenderlo.
-No importa, en realidad, nadie lo entiende. Más que nada porque no es cierto. Es el resultado de unas ecuaciones matemáticas que hasta la época aún no habían podido refutarse. Digamos que es el modelo matemático de la época, no hay nada que comprender, más allá de las ecuaciones. No es posible aplicar el sentido común o la intuición perceptiva con la física cuando se alcanzan ciertos niveles.
Con el paso del tiempo se llegó a demostrar empíricamente que la velocidad de la luz era constante en el vacío, al igual que se demostraron muchas otras predicciones de la relatividad. Parecía que la teoría era correcta pero como ocurrió con la mecánica clásica, la relatividad especial tenía límites en sus predicciones. Límites que no tardaron en encontrarse. Y todo esto tiene mucho que ver precisamente con ese valor inmutable de la velocidad máxima universal de la luz y con la constante cosmológica.
-Explíquese.
-Quiero decir que ese valor de la velocidad de la luz resultó no ser tan inmutable como parecía. Verá, todo el mecanismo del universo planteado por Albert Einstein se basaba en principios lógicos, racionales y totalmente precisos, en leyes coherentes e inmutables, si se cumplía la constante cosmológica. Las ecuaciones eran correctas si se consideraba al Universo como un ente estático. Pero resultó que el mismo Einstein no encontraba una explicación a la existencia de ese enigmática constante. Más allá de una explicación matemática, su presencia no tenía el menor sentido. Aunque él mismo había llegado a ella por deducciones progresivas, no estaba satisfecho con lo que había alcanzado y murió sin tener conocimiento de su equivocación. Finalmente se descubrió que la relatividad no explicaba todos los fenómenos que en principio debía explicar. Podría decirse que esto sí que es una constante en física.
-Espere que adivine, habla de los agujeros negros.
-Sí, efectivamente. Esos cuerpos fueron descubiertos tras su demostración matemática. Y a pesar de ser la relatividad precisamente la que los delató, curiosamente su posterior estudio empírico puso de manifiesto varias incongruencias con la propia teoría que si tuviese que detallar me llevaría dos o tres días. Esto se resolvió en parte por Stephen Hawking, quien se atrevió a concluir que los agujeros negros no eran una excepción de la relatividad, sino la prueba de que esta teoría no era correcta. El Universo de Hawking estaba en expansión y por lo tanto, la constante cosmológica carecía absolutamente de sentido.









Evidentemente, fue mucho más tarde, como ocurrió con la relatividad especial, cuándo se probó la teoría de Pool al descubrirse que en ciertas zonas del universo se estaba creando luz de forma espontánea, aparentemente de la nada, desde ningún cuerpo, estructura o explosión de materia. Por lógica, a esos puntos sin masa pero luminiscentes, se les dio el nombre de puntos de luz.
Como puede suponer, fue en ese momento, tras descubrir la existencia de este fenómeno, cuando comenzó una extraordinaria empresa científica cuyo éxito podía tener, como consecuencia, las más grandes repercusiones jamás imaginadas. El estudio de los viajes temporales.
Lógicamente, en principio se pretendía comenzar la investigación estudiando los agujeros negros directamente y de forma más exhaustiva. Pero era obvio que la lejanía del más cercano de ellos era incompatible con la realización de pruebas in situ, así que se decidió imitar a menor escala y de forma controlada las condiciones de uno de esos cuerpos en instalaciones preparadas para ello.
Y como ahora ya sabe, tras muchas pruebas fallidas, se consiguió finalmente enviar luz a través del tiempo. Así comenzó la verdadera exploración de los viajes temporales y fue continuada por nuestro equipo. Aunque esta fue truncada por la tercera, y más tarde por la cuarta guerra mundial. A partir de ese momento, cambiar el tiempo se consideró como nuestra última y definitiva oportunidad de continuar. Y aunque casi nadie era consciente de aquello, esos treinta últimos años de investigación temporal habían sido los decisivos.
El futuro que nos aguardaba tras el holocausto era una auténtica incógnita, auque no era muy esperanzador. Pese a todo, pocos se daban cuenta de la alarmante situación en la que nos encontrábamos.
Nadie parecía dar mucha importancia al aislamiento de las ciudades y a la disminución de la población humana en el globo, y debíamos mantener ese estado durante el mayor tiempo posible, al menos hasta que encontráramos una solución.

Entraron los médicos y los técnicos encargados de los equipos.
Me puse cómodo mientras me rodearon con sensores por los brazos y alrededor de mi cabeza al mismo tiempo que programaban y ponían a punto toda la maquinaria.
Fuera, tras las pantallas, tres hombres me observaban, eran Vincent, Peter y George, el máximo responsable del proyecto, quien abrió la puerta y entró con paso firme en la habitación.

George vestía un traje blanco y  llevaba puesta una corbata gris. Era un hombre mayor, serio y de gran talla, solía infundir un gran respeto a todo el mundo, tanto por su personalidad como por su aspecto. Denotaba seguridad, paciencia e impasibilidad. Le gustaba el corte clásico y siempre parecía usar la misma ropa, aunque esta la llevaba siempre impecablemente limpia.
-Hola John. ¿Qué tal está hoy?
-La verdad es que he estado mejor -respondí- Pero estoy bien de todas formas, teniendo en cuenta las circunstancias, gracias.
-Bien, escuche, esta es la prueba final. Intente relajarse. No le enviaremos al pasado todavía. Antes le transportaremos al futuro, unos cinco minutos. Si funciona estará listo para que realice su misión.
-¿Y si no funciona? -me atreví a preguntar. 
-Funcionará. Confíe en ello -dijo con serenidad, apoyando una mano sobre mi hombro.

-George Stiward era la razón por la que el Consejo había aprobado el proyecto y también era una de las razones por la que yo había aceptado aquel trabajo. Su temple, su calma y su perseverancia siempre le había hecho merecedor de mi confianza y de la de muchos otros. Era un hombre seguro de sí mismo y parecía ser capaz de controlar toda situación posible. Pero también era consciente de que esa situación era muy extraordinaria.

Su aspecto complementaba perfectamente con su personalidad. Pelo gris, un bigote espeso y unos ojos calculadores que transmitían la idea de que prestaba la máxima atención a su alrededor y lo analizaba todo con extremo detalle.
Era un hombre serio y sereno, y estaba convencido de lo que hacía. Mostraba siempre una abrumadora seguridad en todo momento. No había duda alguna de que él era la persona indicada para dirigir la empresa.
Asentí sin pronunciar palabra.
-Bien chico, suerte. La necesitaremos todos -y se alejó dejando paso de nuevo a los técnicos y doctores que terminaban de poner a punto los equipos médicos.
Finalmente estos también se fueron y cerraron la compuerta. Oí el cierre electrónico y al instante, las máquinas de alrededor comenzaron a funcionar autónomamente.
Oí ruidos y bips intermitentes, se encendieron las pantallas y justo enfrente vi mi pulso representado en una pared. Fue entonces cuando, por primera vez, comencé a ponerme realmente nervioso. Una jeringuilla se acercó a mi brazo izquierdo aproximada por una extensión mecánica y en cuestión de segundos comencé a verlo todo borroso, incluido a George, quien desde el exterior de la sala, frente al interfono, me decía algo referente a mantener la calma y de tener fe. Un solo pensamiento pasó por mi mente antes de quedar totalmente dormido; yo no era capaz de tener fe en nada.
-Hasta pronto -alcancé a oír. Tras lo cual se hizo el silencio absoluto y me rodeó la más completa oscuridad.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Abominable. Y en la Unión Europea del siglo XXI

Por favor. Firmad y difundid lo más rápido posible. Está es la mayor vergüenza a nivel internacional para cualquier español en lo que llevamos de siglo XXI. En la propia Europa, un canibal español entra a formar parte del control de la gestión de las políticas de un grupo de vegetarianos, en cuanto a energía se refiere... 


 http://postdochequia.blogspot.cz/


 http://shhhhhhhhhhhhhhhhhhpain.blogspot.cz/


Corrijo. No es la vergüenza más grande. Esa ya está relacionada con el ébola y Madrid...

miércoles, 13 de agosto de 2014

Anselmo y la fascinacion de los medios por el ahora.


Pese a que el cambio climático producido por la actividad humana es un hecho, también lo es el cambio climático producido por eventos no dependientes de la actividad humana, y la interacción entre ambos factores da como resultado que es muy difícil, sino imposible, predecir qué pasará concretamente en la Tierra al respecto, al margen de que la temperatura media de la bioesfera terrestre aumente, y eso solo en un principio.

Lo que es obvio, es que los cambios climáticos, pese a no ser repentinos, producen extinciones masivas, un hecho constatado mediante el registro fósil y el registro de la concentración de gases realizado en el hielo de los polos correspondiente a épocas pasadas. Esto ocurre simplemente porque no todas las especies han evolucionado a una adaptabilidad eficaz a cambios de temperatura, o son menos eficaces, en cuanto a eficacia biológica, que otras especies a esas nuevas temperaturas y estas otras acaban desplazando por predación, parasitismo o por competencia de recursos a las anteriores al reproducirse con mayor éxito que estas.

Cuando aquí hablo de épocas, me refiero a decenas de miles de años, como poco. Y esto está relacionado con lo que aquí trataré. Los cambios en la concentración de gases en la atmósfera durante los últimos 50 años son realmente considerables y obviamente esto repercute en el efecto invernadero y en el incremento de la temperatura media global atmosférica y en aguas poco profundas. Ahora bien, un día de verano de 45 ºC en el norte de Alemania no se puede achacar a la ligera al cambio climático, sino es por hacer la gracia en el ascensor de tu propio edificio. Un día es un día. Y solo es representativo si ese día, una nave extraterrestre aterriza enfrente del Capitolio o del Parlamento Europeo, o del Kremlin o en Bagdad etc o..., o si ese día, en el Norte de Alemania se alcanza una temperatura de 95 ºC (centígrados, no farenheit) a la sombra o algo similar sin incendio alguno.
No obstante, las noticias y los mayores de 80 años elegidos para las entrevistas, no suelen entender ni de decenas de miles de años ni de muestras representativas al respecto del tema a tratar y entonces pasa lo que pasa.
Hay una ola de calor en Europa, y los telediarios inician el entretenimiento del día con el cambio climático y con dramatismos que cotizan en bolsa. Pero cuando no hay muertes por calor o inundaciones o huracanes a nivel continental, lo buscan en otro continente y si un día no suceden más, pasan a las innumerables muertes de trafico que son una desgracia humana diaria, o sino, si  no revienta una central nuclear que de por si, su abundancia en el mundo debería ser una noticia de comunicación reiterada, entonces buscan un riachuelo del pueblo de Villarribadelohermoso cuyos habitantes no son menores de 50 años pero tampoco mayores de 2.000 y preguntan si hubo alguna subida del nivel del agua estos últimos meses, para después ir a hablar con uno de estos habitantes y así constatar si vió o no el río crecer tanto en su vida. (Es más mediático cuando pueden poner imágenes en directo de una microinndacion anegando un huerto situado en medio del lecho del río en cuestión).

El caso es que a las noticias no les importa que en ese año se haya construido veinte viviendas al lado del riachuelo y que las crecidas por deshielo de las montañas en primavera estén de golpe afectando a habitantes sorprendidos por ser afectados por el río, dentro del cual, de pronto fueron a vivir. O si la presa de allá arriba se le dió por aligerar más agua de la cuenta sin avisar. Y pese a que ninguna de esas cosas haya sucedido, dan a entender (porque si no no se explicaría el interrogatorio casi abusivo a Don Anselmo) que es el cambio climático provocado por la actividad humana, el que sin ninguna duda científica, pero sin mostrar ninguna evidencia científica, está provocando que el nivel del agua del riachuelo de Villarribadelohermoso esté subiendo como nunca el anciano menor de 2.000 años, Don Anselmo, ha visto.
Entre estos datos tan fascinantes con imágenes explícitas y la incertidumbre absoluta (reconocida por la ciencia) de los expertos que intentan predecir (porque las noticias se lo exigen) si va a llover a las 7:34 en Villabajodelohermoso o no (porque para eso hemos lanzado nuestro satelite de lluvias), muchos españolistos o no tanto, se aferran a la credibilidad de la prueba empírica de un día determinado para juzgar tendencias a lo largo de, como mínimo, decenas de miles de años, para constatar, que efectivamente algo ha cambiado. Desde luego, ha cambiado para Anselmo, que con ganas de hablar proporciona a la televisión más adverbios y adjetivos que datos. Que es precisamente lo que la televisión cree que gusta al espectador, o lo que puede poner en pantalla para ahorrarse hablar de cosas trascendentes que por tabú, solo se leen en twitter…

Dado que la desinformación global está de moda (porque la verdad no cotiza en bolsa) en un mundo que presenta cada vez más medios para estar de sobra bien informado, y dado que la sociedad que puede acceder a dichos medios vive con otras preocupaciones o demasiado cómoda para molestarse en acceder a dichos medios sino es por puro entretenimiento, la población en general dice interesarle la ciencia o los documentales de la 2. Pero siguen pensando que los países ricos gastan (que no invierten) mucho en ciencia porque pueden y les sobra el dinero, y siguen pensando que no hay país que haya conseguido con un largo e intenso esfuerzo, un estatus alto de riqueza, responsabilidad civica y democrática debido a su contínuo incremento en su inversion en ciencia.  
Y bueno. Otra de las características españolas que explican que así estamos, las cuales se deben al mismo tiempo a que estamos así...
 
   

domingo, 9 de febrero de 2014

¿Por qué es relativamente sencillo aprender castellano?



Consideraciones previas


Dado que últimamente estoy dando clases de castellano por vez primera, me parece interesante hacer una entrada en la que trataré de resumir algunas de las virtudes que tiene esta lengua para que su aprendizaje sea muy fluido, divertido y rápido al menos al principio y de modo que en breve tiempo, la gente pueda ennderte hablando el idioma.. 

Pensemos en alguien que no conoce un idioma y empiece a estudiarlo. En mi opinion quien no conoce castellano y quiera aprenderlo en promedio le será más fácil alcanzar un mínimo básico para que la gente le pueda entender en ese idioma que alguien que quiera aprender alemán desde cero. Uno de los problemas más acuciantes con los que se encuentra un extranjero que no sabe castellano, para aprender el idioma son los tiempo verbales, es decir, las cojugaciones de los verbos y sí, es cierto, pero temenos que pensar que si no usamos los horribles tiempos verbales del castellano, hablaremos indio de los westerns (ver películas de indios dobladas a español), pero nos entenderán con relativa facilidad igualmente, cuando no sé yo si es posible olvidarse de las declinaciones del alemán y que sigan entendiéndote. Y empezar a hablar indio es un inicio muy cómodo para continuar. Sin embargo, ¿hay algún inicio tan cómodo como ese para continuar el aprendizaje del polaco, por ejemplo? 

Otro problema que muchos comentan al hablar por primera vez castellano es la pronunciación de la dobre “r”. Si Bueno, habrá alguna consonante un poco compleja de pronunciar, ¿habeis visto cuatro cononantes seguidass en ua palabra checa?, yo sí. ¿Habeis visto como se escriben las palabras que un angoparlante pronucnia? Pues efectivamente, no hay lógica alguna en la mayoría de los criterios de pronunciación y en la mayoría de los casos no tienen absolutamente nada que ver, ¿hablamos del francés ahora? 

Ocurre que si no pronuncias bien una palabra en inglés ya puedes esperar a que májicamente la pronuncies bien por ensayo y error porque nadie te va a entender lo más mínimo. Sin embargo, si no sabes pronucniar la doble “r” en castellano les resultará gracioso, pero pocos españoles tendrán dificultades en entenderte y nadie lo considerarán una tragedia. 

Así que en mi opinion, el mínimo común múltiplo de expresividad básica se alcanza más fácilmente con el castellano que con el ruso, el polaco, el checo, el alemán, el chino o el japonés, por ejemplo. Otra cosa sería ver cuántos años necesita un bebé (de media) noruego para hablar noruego, y lo mismo uno español para hablar castellano, y como medida complementaria, cuántos años necesita cada bebé ya más crecidito (de media) para manejar fluidamente su 4º idioma. El que partió del aprendizaje de un idioma muy complicado, asumo que tardará de media menos tiempo en aprenderlo que el que partió de un idioma relativamente intuitivo, en el que los caracteres se traducen casi siempre en un solo fonema y dónde 2 consonantes seguidas siempre descansan en una vocal de las 5 (no más, que hay).

Si la transcripción se corresponde a un % muy elevado con la fonética, ya tienes de media un inicio cómodo para el aprendizaje de un idioma. Oye, y “cigüeña” y “pingüino”, no se usan mucho, y si los usas mucho porque eres ornitólogo seguro que recuerdas el símbolo ü muy fácilmente. Y no te amargues con la “h”, no la pongas al principio y fiesta. Así, dada esa correspondencia absoluta fonética-escritura, tu cerebro solo tendrá que encargarse de lleno a otras cosas ya desde el principio y luego poco a poco el juego se le complicará a tu mente. Mejor esto que encontrarse de lleno con un filtro que te diga “o empiezas a manejar más de cinco vocales, una ristra seguida de n consonants impronunciables hasta para un vulcano y las declinaciones, o ya puedes ir abandonando tus intentos que no hay inico fácil para el checo”, no? 

Si en cambio partes de una transcripción compleja y de una fonética sin unas reglas simples de correspondencia con el caracter dado, el juego no es juego ni al principio, por lo que el quebradero de cabeza ya se te presenta solo con echar el primer vistazo del nuevo idioma. 

Sí es cierto que lo simple y lo complejo es subjetivo, dependiendo sobre todo de las impresiones iniciales. Eso sí, puede que el juego del castellano pueda llegar a niveles más complejos en cuanto a comunicación que otras lenguas. Pero entonces no estaríamos midiendo nada que pueda ser mínimamente medible, dado que ni Cervantes, ni Quevedo han usado, creo, la máxima complejidad que el castellano puede ofrecer, del mismo modo que Shakspeare tampoco lo ha hecho con su inglés.
Teniendo en cuenta todo esto. Y pensando que esto está pensado para hablar de generalidades, no de casos concretos. Voy a responder con argumentos a la pregunta:


¿Por qué es relativamente sencillo aprender castellano?


No puedo decir, porque no lo sé, que el castellano es la lengua más lógica de todas las existentes, pero es bastante lógica, y como consecuencia es fácil de aprender. Enumeremos ventajas del castellano:

  
1) Fonemas vs caracteres 

En lo primero en que uno se fija es en que el castellano, y no hay muchas lenguas que cumplan esta regla, tiene una fonética lógica en la que cada caracter (lo que podemos denominar letra), tiene un fonema, exceptuando la h no precedida de "c", lal "l", cuando es doble, y la u en solo 4 casos ("gue", "gui", "que" y " qui"), dicho fonema es, además, el mismo en cualquier circunstancia, (excepto en el caso de la "c". Eso si, el mismo fonema puede tener distintos caracteres como en el caso de la "c" y la "z" o la "b" y la "v". 

Se nos olvida que esto es lo más lógico y coherente que cualquier alienígena podría exigirle a cualquier lengua expresada con sonidos y hace que en muy breve espacio de tiempo cualquier terrícola pueda aprender a leer en alto palabras en español correctamente sin tener ni idea de lo que significan.   

Ese es un paso muy relevante porque si ya nos ahorramos las 2 décadas que le dedicamos al inglés, necesarias para saber pronunciar bien las palabras, podemos enfocar nuestros esfuerzos en otras cosas. Palabra nueva que leas, palabra que sabrás decir, palabra nueva que oigas, (si el que habla la pronuncia con un castellano relativamente universal, vocalizando y de forma algo pausada), palabra que sabrás escribir.

Esta propiedad de la lengua castellana la comparten otras lenguas, pero el castellano tiene más ventajas para un recién iniciado.


2) Fonética de las vocales

Una de ellas, relacionada con la fonética es que no posee más que cinco vocales bien diferenciadas a, e, i, o, u. Cuando en una lengua se habla de una vocal abierta o cerrada, entonces ya, uuuy, eso se complica.


3) Fonética de las consonantes

Y por último, en cuanto a fonética se refiere, decir que en castellano no se pueden encontrar palabras con más de 2 consonantes seguidas, lo que facilita enormemente la pronunciación.

Estas características fonéticas del castellano hacen que las posibilidades de construcción fonética sean limitadas, dado que nunca será posible encontrarse con "ttrgh" o con muchos casos de sonidos que puedan pronunciarse igual o de un modo muy similar con diferentes construcciones de caracteres como el "th" y el "z" en inglés, o con grados distintos de apertura de la misma vocal. De este modo no importa mucho la exactitud con la que un extranjero pronuncie al principio las palabras. Al reducirse las posibilidades, un extranjero puede decir vico, y ello puede ser una ciudad denominada Vigo o Vico, o en todo caso Bigo o Bico, pero no otra llamada Viggcho y lo que la imaginación aporte.  

Otra ventaja importante de esta peculiar, aunque lógica, fonética consiste en que al ser un sistema en el que cada fonema tiene generalmente un solo caracter correspondiente y a cada caracter le corresponde un solo fonema (salvo muy contadas excepciones), la repetitividad fonética es muy elevada. El cerebro humano, para aprender y memorizar idiomas, además de la asociación se basa en la reproductibilidad, cuanto más se repita un sonido, más fácilmente se memorizará, y ello ocurre con mayor frecuencia cuánto menor sea el número de posibles sonidos. Si oímos "ca" y solo "c" suena a c en "ca", "co" y "cu", pero en "ce" y en "ci", la "c" suena a "z" en "za", "zo" y "zu" tenemos un ligero problemilla que dificultará un poco nuestro aprendizaje de transcripción y de lectura, pero si esto no es una excepción y ocurre en muchas consonantes y vocales, entonces ya tenemos un cacao maravillao fonético.


4) Gramática

Pero ahora vayamos a otra escala. La sintaxis. Dado que los humanos somos seres con 2 sexos y dado que los idiomas humanos están hechos para usar en el entorno humano, (para los ordenadores ya tenemos el código binario y para el ADN, para la música etc tenemos sus propios códigos), el masculino y el femenino adquieren gran importancia, y para los objetos, el género neutro, que coincidirá por orden del azar histórico de la lengua con el femenino o el masculino).

En español, de este modo, las palabras tendrán una terminación (a) en el caso del femenino, (o) en el caso del masculino o unos determinantes distintos dependiendo del género y de las excepciones. Es muy fácil de asimilar que un hijo "son" en inglés, en femenino sea hija y no, por arte de birle birloque sea cualquier cosa inimaginable para un recién aprendiz de inglés (daughter). Con una "gh" antes de la t que no se pronuncian y que ya me dirás para qué andan ahí estorbando, y una "a" y una "u" para conseguir una simple "o" acentuada. Y no nos olvidemos de la r, que dicen por ahí, que se pronuncia ujn poquito, pero yo nunca la oí, si no es oyendo a un español. Y como eso, infinidad de casos en muchos otros idiomas. 

Si bien alguien podría decir: "águila" termina en "a", y aunque nos refiramos a una hembra decimos "el águila" usando el determinante masculino, ¿y eso?. Bueno, no sucede en todas las excepciones de este estilo que podamos encontrarnos pero en este caso y en muchos otros se usa "el" simplemente porque "la", al terminar en "a", colisiona fonéticamente con la "á" de "águila". A colisionar fonéticamente me refiero a que es más fácil distinguir una palabra si usamos una construcción en lugar de otra y ello favorece el entendimiento del idioma, algo que no todos los idiomas han previsto o cuidado a la hora de evolucionar u originarse (u en lugar de o), ahí tenemos otro ejemplo de lo agradable que es el castellano para facilitar el entendimiento verbal. 

Pasa que entonces tengamos que decir "el aguila hembra" pero no digamos "el perro hembra", porque "la perra" suena, al menos fonéticamente, bien.

Es importante destacar también si es un águila o más de una, así que tenemos, y obviamente  no solo en castellano, el singular, sin "s" como terminación de palabra, y el plural, con la "s", o con "es" si la palabra en cuestión en singular termina en consonante.

Pero hay una cosa, no todos los artículos, en inglés, por poner la referencia de un idioma presumiblemente sencillo no cambian con el plural, por lo que si no pronuncias bien, puedes no darte cuenta de si son uno o más caballos ("The horse" vs "the horses"). Mientras que el castellano nos ayuda a dejarlo todo muy clarito ("El caballo" vs "los caballos").

Por otro lado, existe algo interesante; ¿qué es más importante intuitivamente y a priori en una conversación cualquiera, el sustantivo o el adjetivo que describe la cosa? Excepto en lírica o pesía, obviamente la cosa, por lo que poniendo como referencia de nuevo, un idioma sencillo como el inglés existe otro aspecto en el que el castellano vence al inglés en simplicidad, por lógico. Y es que en inglés, de forma completamente anómala, ponen el adjetivo antes del sustantivo, y es más, tienen un orden establecido (adjetivos subjetivos, objetivos, de tamaño, de aspectos generales, de edad, de forma, de personalidad, de color y de material).



Tal vez, en próximos días añada más datos que demuestren lo sencillo y práctico que es el castellano en comparación con otros idiomas. Pero de momento, creo haber demostrado por qué es generalmente sencillo para un extranjero aprender castellano y más complicado para un español aprender un idioma extranjero.